El rubro alimento que se reclama en sede judicial implica más cosas

“Implica también educación, cuestiones de salud”, explicó la funcionaria.

En cuanto a la realidad judicial, Araya confirmó que “algunos de los progenitores solo cubriendo alimentos creen que satisfacen las necesidades” y recordó que ambos progenitores tienen la obligación, pero el problema comienza cuando un integrante de la pareja deja de convivir.

Al referirse al valor de las cuotas, indicó que se tienen en cuenta las necesidades reales como problemas de salud y la situación economía del alimentante.

Ante la realidad de los casos judicializados, la Asesora de Incapaces Rosa Araya, insistió en que se deben tener en cuenta las necesidades reales del niño, incluyendo alimentación, educación y salud, así como cualquier condición de salud o discapacidad que requiera gastos adicionales.

Explicó que también se debe considerar la situación económica del alimentante, adecuando la cuota a su nivel de vida y capacidad económica.

Es importante no pedir sumas desorbitantes que no beneficien al niño, sino que realmente satisfagan sus necesidades. En situaciones de crisis, es fundamental actuar con responsabilidad y priorizar el bienestar de los hijos en las peticiones que se realizan.