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Ley de Humedales: Mañana jueves se tratará en un plenario de comisiones

Un sector del oficialismo impulsa la iniciativa, pese a la resistencia de los gobernadores del Norte Grande. Si para el 30 de noviembre no obtiene dictamen volverá a perder estado parlamentario.

Esta semana se juega el futuro de la Ley de Humedales. Luego de 10 años de bloqueos y excusas dilatorias, el jueves se reunirá un plenario de comisiones con el objetivo de dictaminar, finalmente, la iniciativa que busca inventariar y regular el uso de ecosistemas que funcionan como importantes reservorios de agua.

El panorama, sin embargo, está lejos de ser auspicioso. El Frente de Todos, con Leonardo Grosso a la cabeza, busca impulsar un proyecto que cuenta con el respaldo de decenas de organizaciones ambientales pero no de todo su bloque. El lobby de los gobernadores del Norte Grande presiona con fuerza y les diputades que les responden - muchos, oficialistas - ponen en duda su acompañamiento. Juntos por el Cambio, mientras tanto, unificará su postura y, luego de haber dado el faltazo la semana pasada, participará del plenario con la expectativa de poder imponer su propio dictamen. En un debate que divide posiciones dentro de todas las coaliciones - similar a lo que pasó con la legalización del aborto -, el oficialismo que impulsa la ley se lamenta frente a la falta de iniciativa del propio Ejecutivo, a quien acusa de haberse borrado de la discusión.

"Vamos a buscar un acuerdo lo más transversal posible, pero este jueves sí o sí vamos a dictaminar. Ya no hay más margen para dilatarlo", afirmó, tajante, uno de los diputados que viene impulsando, desde hace meses, la aprobación de la Ley de Humedales. Entre les legisladores más "ambientalistas" predomina la sensación de que el tiempo se agotó. El 30 de noviembre finalizan las sesiones ordinarias - aunque la mayoría pone como fecha límite el 20, cuando empieza el Mundial - y si para entonces no hay dictamen la iniciativa volverá a perder estado parlamentario. El proyecto, originalmente, iba a ser dictaminado a fines de septiembre, pero a último momento los 10 gobernadores del Norte metieron la cola - 8 peronistas, 2 radicales y con Gerardo Morales encabezando la embestida - y llevó a que, por común acuerdo con el bloque oficialista, la discusión se terminará empantanando. Sin embargo, una vez finalizadas las negociaciones por el Presupuesto 2023 - que habían concentrado toda la atención y energía de la Cámara de Diputados -, el debate se retomó la semana pasada y así fue que comenzó la cuenta regresiva.

Por un lado está el proyecto que lleva la firma de Leonardo Grosso y que sintetiza un dictamen que se había consensuado, entre distintos bloques, allá por 2020. La iniciativa cuenta con el respaldo de Graciela Camaño (Identidad bonaerense) y les socialistas santafesinos, así como del interbloque Provincias Unidas y una parte importante del FdT. Si el bloque oficialista estuviera alineado, el proyecto podría aprobarse en el recinto, pero existe una fuerte resistencia de parte de provincias como San Juan, Catamarca, La Rioja y Salta. Provincias que, básicamente, tienen a la minería como principal motor de sus economías. "El proyecto es un disparate, así no sale", repetían varios diputados peronistas que ponían el grito en el cielo - en sintonía con la estrategia de sus gobernadores - frente a la posibilidad de que la ley pudiera intervenir con el desarrollo productivo de sus territorios.

Si bien los impulsores del proyecto repetían que "la ley no va contra la producción sino que busca un desarrollo sostenible", se avanzó con varias modificaciones para hacer el texto más amigable con los reclamos de los gobernadores. "Todo lo que pidieron los gobernadores en el comunicado nosotros lo pusimos en el dictamen. Pero se hacen los boludos porque no quieren que haya ley", sostuvo otro diputado del FdT que impulsa el proyecto. Como resultado de las negociaciones con los compañeros de bloque que se oponían a la ley, el proyecto de Grosso sufrió varios cambios. Se suspendió la moratoria que prohibía realizar actividades productivas en el humedal hasta que se lo hubiera catalogado. Se le dio más protagonismo a las provincias en la elaboración del Inventario Nacional de Humedales - el más fuerte de los reclamos de los gobernadores, que no querían que se avanzara sobre las autoridades provinciales - y quedará prácticamente en manos de las jurisdicciones el proceso de inventariado, al igual que el ordenamiento territorial. A pesar de los cambios, sin embargo, todavía hay una gran resistencia interna.

Respecto de la controversia reglamentaria que planteó la oposición, desconociendo la continuidad del cuarto intermedio, hubo una dura respuesta de la diputada Graciela Camaño, ferviente impulsora de la ley de humedales: “No se trata de ningún invento extraño (la ley de humedales) es por la supervivencia. Estados Unidos tiene la ley del “agua limpia” desde 1948, que regula a los humedales”, explicó Camaño. Y se preguntó respecto de la presunta contrariedad de un grupo de gobernadores que estarían dándole la espalda al proyecto, y que de hecho no se han presentado en el Congreso a pesar de las reiteradas invitaciones.

“¿Hay gobernadores que no quieren una ley de humedales?”, se preguntó Camaño. Y agregó, “¿quién se lleva la plata de las provincias (por la industria minera) si tenemos el 50 por ciento de pobres”.

Por lo demás, Camaño trató al diputado Buryaile de “apropiador de la comisión de Agricultura, no es el dueño de la comisión”.

La diputada del interbloque Federal recordó que el diputado formoseño “arbitrariamente no citó a esta reunión a los miembros de la comisión que preside”. “La comisión debería verificar si Buryaile puede seguir presidiendo la comisión, porque se ha comportado como un patrón de estancia”.

Para Camaño, el Congreso no puede quedar atado a una estrategia electoral de una facción política, que porque tiene un tema que los divide, “entonces no lo tratan”. “El Congreso es una institución que no puede abandonar la agenda ambiental como lo hace Cambiemos. Dan lástima muchachos, es inaceptable que pongan cualquier excusa para no venir a una reunión a debatir”.

Otra voz santafesina en el raleado plenario de comisiones por la ley de humedales fue la de Enrique Estévez (PS), también impulsor del proyecto. “J×C mostró la hilacha”, disparó Estévez en relación al sorpresivo intento de bloqueo que llevó adelante el presidente de la comisión de Agricultura, con el apoyo explicito de la cúpula de alianza opositora de Diputados, que también envió una carta desconociendo el plenario de este jueves. Estévez también recordó que la ley de humedales está pendiente desde hace años, y “que los gobiernos anteriores, los presidentes anteriores de la comisión de Agricultura, también tienen responsabilidad”.

Finalmente, el diputado Eduardo Toniolli (FdT de Rosario), se expresó por las redes sociales sobre el encuentro en Diputados: trató con dureza a Buryaile por buscar el boicot del plenario, y denunció que corporaciones (agropecuarias) instalaron la falsa contradicción entre producción y cuidado del ambiente”. Y abundó que la verdadera contradicción es “entre el control del Estado o el descontrol que tenemos hoy que habilita a los que delinquen (quemas)”.

Una de las mayores preocupaciones del bloque oficialista - y uno de los motivos por los cuales se suspendió la reunión plenaria de fines de septiembre - es que JxC termine unificando su postura en un solo dictamen y logre imponerlo como dictamen de mayoría. Al igual que el FdT, el interbloque opositor tiene miradas contrapuestas respecto a la ley de Humedales que se habían visto encarnadas en proyectos muy diferentes. Por un lado, el de Jorge Vara, diputado radical correntino que sostiene una mirada más "productivista" y cuenta con el respaldo de Ricardo Buryaile y gran parte de JxC. Por el otro, el de Maximiliano Ferraro (CC) y Ximena García (UCR), que iba más en línea con el de Grosso. "Muchos de ellos quieren que salga la ley, ahora cuando se pudre no aparece ninguna", cuestionó un legislador peronista, haciendo referencia al faltazo que pegó todo JxC en la última reunión plenaria, con Buryaile negándose a que participara la comisión de Agricultura - a la cual preside - bajo excusas reglamentarias.

Este jueves, sin embargo, JxC participará y lo hará unificando los proyectos de Vara, Ferraro y García. "Todo el interbloque va a acompañar esa iniciativa", aseguró un diputado radical, zanjando las especulaciones en torno a si algunos podrían acompañar el proyecto del oficialismo. La gran duda es si el FdT, junto a aliados pero sin el acompañamiento de algunos propios, podrá juntar más firmas que JxC a la hora de dictaminar. "Yo no voy a dejar que el FdT, que no pudo traer a ninguno de sus gobernadores, me corra por izquierda", cuestionó un cambiemita.

"El gobierno tendría que haber bancado la ley de Humedales y ordenar a los gobernadores para que voten. Fue su propio spot de campaña", sostuvo, enojado, un diputado del FdT. En el bloque hay mucha irritación por el mutis del Poder Ejecutivo en todo el debate - tanto del presidente Alberto Fernández como del ministro de Ambiente, Juan Cabandié -, a quien acusan de haberlos dejado "solos" para negociar con las provincias. Frente a esa ausencia, las divisiones internas despiertan las alarmas entre las autoridades del bloque - como de su presidente, Germán Martínez, o de su secretaria parlamentaria, Paula Penacca (La Cámpora) -, quienes apoyan la ley pero no quieren generar fracturas internas. Menos si después no van a estar los votos para aprobar la ley en el recinto. "Si no se rompió cuando la mitad del bloque votó en contra del acuerdo del FMI, no va a pasar ahora", le quitó peso un legislador oficialista que insiste que, pase lo que pase, el jueves habrá dictamen. (pagina12.com.ar y unosantafe.com.ar)

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