El aguacero que se desató la noche del domingo y que se extendió hasta la mañana de ayer fue letal con el tramo de la ruta 68, que se extiende desde Cerrillos a La Merced. 

La traza quedó en varios puntos plagada de enormes baches, imposibles de esquivar, como los que se encuentran en el sector conocido como la “Curva de Aguilera”. Allí, una serie de enormes y profundos pozos generan bruscas frenadas y maniobras en uno de los caminos más transitados de la región. El peligro de accidentes viales está latente. “Salís de la curva y te das con los pozos que cubren toda la calzada, no queda otra que pasar por encima con el riesgo de romper una cubierta. Ni hablar si lo agarra una moto. Los pozos se formaron en la línea por donde va el caño del consorcio de agua que cruza la ruta”, contó Alberto, un finquero de la zona.

Unos pocos metros más adelante hacia el sur, en la banquina izquierda a pocos metros del loteo Miraflores 2, el pavimento bituminoso quedó carcomido formando otro bache en extremo peligroso.

Otro de los puntos críticos se ubica en el acceso al sector urbano la localidad de La Merced, cerca del Cristo de la Hermandad. “Cuando uno entra al pueblo hay una suerte de badén lleno de pozos. Al conductor desprevenido el puede costar una rueda. Además, con la gran cantidad de vehículos que circulan a lo largo de todo el día en caravana, prácticamente no hay posibilidad de esquivarlos”, relató Virginia.    

Vía: El Tribuno