La derrota profundiza los conflictos en el PJ y las críticas a Cristina
Pasó la elección pero el impacto del resultado fue tan grande que en el peronismo aún duran las secuelas de la derrota. Los malos desempeños electorales dejaron heridas en distintos puntos del país, donde las internas generadas por los conflictivos cierres de listas ya habían generado un clima de máxima tensión. Con el proceso electoral concluido, lo que queda por delante son enfrentamientos sin resoluciones sencillas.
El principal punto de conflicto está en la provincia de Buenos Aires, donde la interna volvió a estallar como consecuencia directa de los resultados. En el cristinismo acusan a Axel Kicillof por la derrota y le endilgan la caída a la estrategia del desdoblamiento, mientras que en el kicillofismo apuntan contra Cristina Kirchner, a la que responsabilizan de haber armado una mala estrategia electoral.
A ese pase de facturas, se le sumó la disputa por el control del PJ Bonaerense. Hay muchos intendentes que hicieron estallar su bronca después de los comicios y quieren desplazar, con urgencia, a Máximo Kirchner de la presidencia. Está pensado, ante todo, como una gestualidad que reduzca el poder de influencia del cristinismo en el peronismo bonaerense. Y, además, como un símbolo de poder que marque un cambio de era con contundencia.
El mandato del líder camporista vence el 18 de diciembre y las elecciones aún no fueron convocadas. Hay un plazo que ya no se cumplió y que tiene que ver con la necesidad de convocar a los comicios 60 días antes. Por eso en el cristinismo dejaron saber que una opción válida es estirar el mandato hasta marzo del año que viene. La discusión por el control del partido estará en la agenda justicialista en las próximas semanas.
Varios intendentes del Movimiento Derecho al Futuro (MDF) creen que Kicillof se debería hacer cargo de la conducción del partido y transformar ese desembarco en un gesto de poder hacia adentro del peronismo. El Gobernador no se ha referido al tema, pero en su entorno aseguran que hoy no está en los planes esa posibilidad. “Es un tema que encaran y encarnan los intendentes”, plantearon para tomar distancia de esa postura. El mandatario no quiere meterse directamente él en le barro de las presiones cruzadas.
Más allá de la discusión por la presidencia del partido, la tregua que se había logrado en el medio de la negociación electoral, voló por los aires. “Adentro está todo roto. Es muy difícil seguir así”, advirtió un intendente enrolado en las filas del Gobernador, donde empieza a crecer la presión para que dé un golpe sobre la mesa y rompa la dinámica actual que tiene la conflictiva y desgastante convivencia del peronismo bonaerense.
Los PJ provinciales son varios focos de incendio prendidos al mismo tiempo. Los tres que intervino Cristina Kirchner durante su mandato en el PJ Nacional tienen una conflictividad creciente, que se agravó con los malos resultados de las últimas elecciones. En Salta, Jujuy y Misiones, Fuerza Patria salió tercero. En los tres casos, sacó menos de 16 puntos. El retrato es de abosuta debilidad.