Con un templo colmado de fieles, la Catedral Basílica fue escenario este domingo de la misa por el Domingo de Ramos, que marcó el comienzo de la Semana Santa. La ceremonia de las 8 fue presidida por autoridades eclesiásticas que, en el marco del Jubileo 2025, alentaron a vivir estos días con una fe profunda y una renovada esperanza.

“Los pasos del Maestro nos muestran la meta a la cual Él quiere llevarnos: su Pascua”, comenzó el sermón, mientras se evocaba la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Bajo el lema “Peregrinos de Esperanza”, y con transmisión en vivo por redes sociales, la misa reunió a la comunidad en un clima de recogimiento y espiritualidad.

Durante la homilía se hizo hincapié en las virtudes que definieron el camino de Cristo hacia la cruz: humildad, sencillez y obediencia. “Nos congregamos para iniciar con toda la Iglesia la celebración del misterio pascual de nuestro Señor, que se realiza por su muerte y resurrección”, se proclamó al momento de la bendición de los ramos, dando paso a uno de los pasajes más conmovedores: la lectura de la Pasión según San Lucas.

La escena de la crucifixión, acompañada por música sacra y un silencio reverente, culminó con el rememorado pedido de Jesús: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”. En un gesto simbólico, se invitó a los presentes a ponerse de rodillas, cerrando una ceremonia que también llamó a la penitencia, la oración y las obras de caridad como preparación para la Pascua.