La selección Argentina llegó a Nueva Jersey con la cabeza puesta en Chile

Lionel Scaloni ya tiene puesta la mira en Chile, el rival con el que se medirá el próximo martes en el MetLife de Nueva Jersey. Atrás quedaron los tantos de los goleadores Julián Álvarez y Lautaro Martínez, las pinceladas y el susto por el golpe a Leo Messi, las críticas al campo de juego, los reproches del DT de Canadá y el reclamo del “Dibu” Martínez sobre los partidos de preparación que el campeón del mundo encaró desde Qatar para acá. Ahora, todos dieron vuelta la página y se fijaron un nuevo objetivo: obtener un triunfo que prácticamente resuelva la clasificación a los cuartos de final de la Copa América que Argentina defiende como campeón vigente.

A la espera de la despedida del plantel de su casa en Atlanta, donde había llegado el sábado pasado, varios hinchas habían vuelto a congregarse desde el caluroso mediodía del viernes en la puerta del Westin Peachtree para tener un último contacto con Messi y compañía. Argentina fue local en su debut y, de a poco, la ciudad del sur retomó su ritmo apacible. La mayoría de los argentinos ya se movilizó hacia Nueva Jersey.

Pasadas las 15.30, Lisandro Martínez fue el primero en salir del hotel para subirse al micro, camino al aeropuerto de la ciudad. Messi volvió a salir con su grupo de amigos: De Paul, Di María, Lo Celso y Otamendi. Estaban de buen ánimo y saludaron a los hinchas que lo esperaban bajo el sol desde el mediodía de Atlanta, en menor número que los días anteriores, pero con mucho entusiasmo.

Tres horas más tarde, el escenario ya era otro: la selección desembarcaba en Nueva Jersey para descansar en el hotel que será su casa hasta el miércoles, cuando deban volar a Miami para enfrentar a Perú, en la última fecha de la fase de grupos. Antes, claro, habrá un revival con Chile, en la noche del martes. Y para empezar a preparar el duelo, Scaloni dispuso que este sábado todo el grupo se entrene por primera en el nuevo destino a la tarde. Recién entonces, los titulares volverán a ejercitarse, y el cuerpo técnico iniciará el camino del armado del equipo, que lidera su zona tras el empate de anoche entre Chile y Perú en 0.

Un plantel, dos grupos

El día después del triunfo de la selección en su debut de la Copa América la selección se dividió en dos grupos por decisión del cuerpo técnico. Los que fueron titulares en el triunfo de anoche en el Mercedes Benz ante Canadá se quedaron descansando en el hotel.
El resto se trasladó temprano al predio de la Universidad de Kennesaw State, a unos 40 minutos del centro, para realizar primero trabajos en el gimnasio bajo las órdenes del preparador físico Luis Martin y, luego, entrenamiento con pelota.

No hubo por el momento reportes de jugadores tocados. Incluso Messi terminó el partido en buenas condiciones tras el fuerte golpe que recibió por parte del defensor canadiense Bombito. “Fue un golpe, nomás. Me dolió en el momento pero seguí así”, declaró el capitán en la zona mixta luego del partido. Esos minutos del 10 tendido en el césped del Mercedes Benz fueron de mucha tensión. Cuando se levantó, la gente lo gritó como a un gol.

Scaloni y su cuerpo técnico volverán a trabajar sobre el once titular. La dupla central que jugó ante Canadá, Lisandro Martínez y Cuti Romero, estuvo sólida; Nicolás Otamendi entró en el segundo tiempo por Leandro Paredes. Los laterales (Molina y Acuña) fueron lo más flojo del debut: fueron reemplazados por Montiel y Tagliafico, respectivamente.

En la delantera, habrá que esperar si Di María, de discreto desempeño, sigue en el equipo o Lo Celso arranca desde el comienzo. Julián Álvarez, que volvió a anotar en la selección luego de que su última conquista había sido ante Croacia –en el Mundial–, cumplió con la apuesta del DT: relegó a Lautaro Martínez, de gran ingreso con gol incluido, quien venía como titular en los partidos de preparación.

Scaloni siempre asegura que jugará a quien considere estar mejor. Lo enuncia y lo sostiene con hechos. Tiene por delante tres días completos de entrenamiento en Nueva Jersey.

Con la mente en Chile

La delegación compuesta por jugadores, cuerpo técnico y algunos dirigentes salió del aeropuerto de Atlanta y tomó el vuelo a Nueva Jersey. Cerca de las 19.30 la selección se alojó en el hotel Hilton. Durante la cena estudia en vivo a sus próximos dos rivales del grupo, Chile y Perú, que esta noche sostienen en Arlington, Texas, el clásico del Pacífico.

El sábado será el primer turno de entrenamiento para preparar el encuentro ante Chile, el martes a las 21 (22 de la Argentina). La selección que amargó en dos finales a la Argentina, en 2015 y 2016, llega con aires renovados bajo la dirección técnica del argentino Ricardo Gareca. La última de esas dos finales, incluso, se jugó en el mismo estadio donde se enfrentarán ahora. Fue luego de esa derrota, justamente, que Messi anunció su renuncia a la selección, una decisión que cambió apenas dos meses después. Con esos antecedentes, el morbo para el cruce del martes está asegurado.

La selección tiene un amplio historial a favor en los enfrentamientos por el torneo continental ante los chilenos: con veinte triunfos y diez empates. Las dos finales perdidas, que los chilenos atesoran como sus máximos triunfos, fueron por penales.