Generación Zoe: Cositorto dijo que no quiso estafar a nadie y se declaró inocente
Hoy se reanudó el juicio por estafas reiteradas seguido en Salta contra Nelson Leonardo Cositorto, fundador de Fundación Zoe, y contra las cuatro personas que conformaban el staff de la oficina en Salta: Ricardo Gabriel Isaac Vilardel, Jorge Federico Vilardel, Ana Lucía de los Ángeles Vilardel y Vilma Griselda Albornoz.
Salta Hoy
05 / 06 / 2025

Al inicio de la audiencia, el tribunal resolvió el rechazo de la nulidad planteada ayer por la defensa técnica de Cositorto. Los jueces repasaron las circunstancias expuestas por la representante oficial Cecilia Martínez y consideraron que en ningún momento se había vulnerado el derecho de defensa en juicio. El tribunal sí aceptó la admisión de pruebas ofrecidas por la defensa por considerar que no resultaban extemporáneas.
Seguidamente se les consultó a los acusados si tenían previsto declarar. Cositorto (55) dijo que sí, los otros anticiparon que lo harán en el transcurso de la audiencia.
Durante su extensa exposición, el líder de Fundación Zoe reseñó sus comienzos en el ambiente empresarial hasta llegar a la creación de la fundación, en 2017, en Colombia, y a su arribo a la Argentina, en 2018. Dijo que la compañía comenzó a trabajar y a crecer. Se inició como Zoe Empowerment y luego, junto a dos socios, decidió abrir Generación Zoe, especialmente orientada al coaching ontológico y a las operaciones financieras. Dijo que cuando lo detuvieron en República Dominicana no estaba ahí huyendo de la justicia, sino abriendo una nueva sucursal de la firma.
El imputado se autodefinió como coach financiero, espiritual y en ventas. Mencionó que fundó 17 iglesias en diferentes lugares del mundo. Indicó que la oficina en Salta se inauguró en diciembre de 2021. La dejó a cargo de Ricardo Vilardel pues lo conocía desde hacía varios años, cuando se contactaron por el tema del coaching. Dijo que el coimputado se ocupó de conformar el staff de la oficina convocando a sus familiares. Aclaró que Ricardo Vilardel no era financista, que se dedicaba al coaching y que le mandaba el dinero que ingresaba. Con esos fondos él se ocupaba de generar más estructura e ingresos.
Cositorto aseguró que Generación Zoe fue una empresa solvente que pagó puntualmente hasta febrero de 2022 y que “el desastre financiero” comenzó cuando una fiscal de Córdoba lo acusó de operar fuera del mercado legal y disparó un alerta internacional que derivó en su detención, el bloqueo de sus cuentas bancarias y la imposibilidad de acceso a sus bitcoin. Simultáneamente se le ordenó cesar la oferta pública de sus servicios en redes sociales.
El imputado sostuvo que en ese momento Generación Zoe tenía una criptomoneda propia, una comunidad, estructura e ingresos. Dijo que en Salta ingresaron 600 fiduciantes y solo 118 presentaron denuncia en su contra. Explicó que la firma hacía trading y pagaba a los inversores 7.5 por ciento de interés mensual a partir de esas operaciones financieras.
Cositorto aseguró que cuando lo acusaron de maniobras ilegales intentó generar nuevos negocios para seguir pagando a los fiduciantes, pero “le sacaron su capital social, que era la confianza de la gente, le retuvieron sus bitcoins y le bloquearon las cuentas”.
Aseveró que nunca dio la orden de cerrar la oficina en Salta y que no tuvo intención de estafar. Se declaró inocente y remarcó que los coimputados también lo son pues solo eran “el soporte” de la oficina y no hicieron nada ilegal. Aseguró que siempre quiso pagarle a los damnificados.
Seguidamente se inició la recepción de pruebas testimoniales con la declaración de ocho damnificados. Algunos precisaron que se contactaron con Vilardel en el contexto de la iglesia donde oficiaba como pastor.
Cositorto está acusado de estafas reiteradas (118 hechos) y asociación ilícita, en concurso real. Por los mismos delitos están siendo juzgados los cuatro coimputados.
El tribunal estará integrado por los jueces de la Sala I del Tribunal de Juicio, Martín Pérez (presidente), Javier Aranibar y Leonardo Gabriel Feans (vocales). Por el Ministerio Público intervendrá la fiscal penal de la Unidad de Delitos Económicos Complejos (UDEC), Ana Inés Salinas Odorisio.
Según consta en la causa, la financiera Generación Zoe -que tenía sede en Salta- comenzó a ser investigada en 2022 a partir de múltiples denuncias de ahorristas que aseguraban haber sido estafados.
Se logró determinar que Cositorto lideraba una empresa que operaba a través de un esquema fraudulento: atraía inversores con la promesa de una rentabilidad muy elevada: entre el 7,5% y el 10 % mensual, alcanzando el 120 % anual. Pero la ganancia prometida no procedía de las actividades financieras y comerciales que promocionaba Generación Zoe, sino de los fondos frescos depositados por nuevos inversores.
